La sociedad del coste marginal cero
Desde la introducción del capitalismo como sistema económico, diversos pensadores han especulado sobre la manera en la que este sistema pueda perder su predominancia. Keynes sostuvo que en el futuro el avance tecnológico será tan grande, que las personas ya no tendrían la necesidad de trabajar pues la producción mediante las máquinas será tan abundante que permitirá bienes gratuitos. Él creía que el desempleo por factor tecnológico podría convertirse en algo positivo porque refleja que las sociedades llegaron a un punto donde no es necesario trabajar para sobrevivir. En este, las personas podrían dedicarse a cuestiones ajenas a la actividad económica.
Por su parte, Marx consideraba que la incorporación progresiva de tecnología en los sistemas de producción generaría tal abundancia que caerían severamente los beneficios. Esto haría que mantener empresas en el mercado sea insostenible. En el libro La sociedad del coste marginal cero, Jeremy Rifkin discute la introducción de un nuevo sistema económico, el procomún colaborativo, el cual plantea en un futuro reemplazará al sistema capitalista como el paradigma predominante. La aparición de un nuevo sistema es de bastante importancia porque es el primer sistema económico que ha surgido desde la introducción del capitalismo y el socialismo en el siglo diecinueve. Actualmente podemos observar al procomún colaborativo en las industrias de entretenimiento y conocimiento, donde el consumidor puede compartir información y contenido con millones de personas a costo marginal casi cero.
El autor sugiere que esta situación podría ser replicada con productos de carácter físico a través de una revolución industrial que considera se está desarrollando. El autor sostiene que estamos ingresando a una tercera revolución industrial, la cual permitirá un contexto de optimización donde los costos marginales serán cada vez más cercanos a cero. Para argumentar que estamos entrando en dicho periodo, Rifkin identifica la combinación histórica de factores que ha permitido revoluciones industriales en el pasado. En esta identifica un cambio en los elementos de la matriz de comunicaciones, energía y logística para aumentar la productividad y cambiar la manera en la que se maneja la cadena de valores.
En la Primera Revolución Industrial, el desarrollo de la imprenta a vapor, los ferrocarriles y el telégrafo permitieron una integración en los roles de la empresa. De tal manera que las empresas puedan reunir recursos, procesarlos y distribuirlos de manera autónoma con mayor eficiencia. Por su parte, la Segunda Revolución Industrial se apoyó del descubrimiento del petróleo, la invención del motor de combustión interna y el teléfono para expandir aún más las posibilidades de producción de las empresas.
El autor argumenta que actualmente podemos observar los inicios de la tercera revolución industrial. El componente de comunicaciones de la revolución es el internet actual, con el cual interactuamos diariamente para compartir y recibir información. Los componentes de energía y de logística están, por su parte, representados por energías renovables, transporte automatizado y sensores que permiten regular y optimizar la cadena de valor. Según Rifkin, la integración de estos componentes permitirá la creación de algo denominado el Internet de las cosas.
Este es una expansión del internet al que estamos acostumbrados, donde se integran estos aspectos de la vida física. La integración de la matriz permitirá aumentar la productividad de manera exponencial y permitirá que los costos marginales de los bienes sean cada vez más cercanos a cero. La existencia de los componentes de la matriz es innegable; no obstante, se presentan dudas acerca de si la integración a la escala necesaria para ser denominada revolución industrial es posible. El autor sostiene que se puede llegar a esa integración a través del análisis de las tendencias de cada componente de la matriz, que sugiere un crecimiento a la par con las predicciones del autor.
Considero que La sociedad del coste marginal cero es una lectura valiosa porque nos invita a reflexionar sobre hacia dónde nos puede llevar el avance tecnológico. Fue interesante ver reflejada las perspectivas planteadas por diferentes autores acerca de lo que podría ser un fin del capitalismo como sistema predominante en un contexto actual donde se hace referencia a la tecnología vigente y a las tendencias del mercado para justificar esta posibilidad. El autor plantea una realidad en donde el procomún colaborativo reemplaza al capitalismo como sistema económico predominante. En este no sugiere su eliminación total, sino su reducción a nichos especializados, donde la ausencia de información sobre este permita generar beneficios en una sociedad interconectada y automatizada. Independientemente de la exactitud de la predicción, creo que la revisión histórica de las revoluciones industriales, el surgimiento del capitalismo y del procomún colaborativo fueron interesantes y aportaron a mi aprendizaje del tema.