Si algo debo de reconocer es que no hay ningún tema que haya estado más relacionado conmigo que la Economía. Desde que lo llevé como curso, por primera vez, en mis dos últimos años de colegio, he sentido una relación como de amor/odio. Esto no solo por la dificultad del curso, sino también por la perspectiva que tenía de este (gran parte por la influencia de mis profesores en ese entonces). De hecho, mi interés fue tanto que decidí llevarla como carrera en esta Universidad, pero mi perspectiva también cambió al llegar aquí. Con perspectiva me refiero a qué modelo económico era el llamado a ser el más eficiente y que pudiera solucionar la mayor cantidad de problemas en una sociedad como la nuestra. En esa misma línea, una de las enseñanzas principales que tuve fue que no hay que demonizar al sistema, sino entenderlo y utilizar las herramientas que te brinda para poder solucionar las crisis o ineficiencias.

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Pequeñas conclusiones como esta las pude obtener a medida que iban pasando los ciclos; sin embargo, nunca me acaba de convencer por completo cuál era el camino o caminos por seguir, para poder solucionar los problemas de nuestro país. Es por esto que me interesé en leer soluciones para países con las características como el nuestro (en vías de desarrollo) hasta que di con el libro de Hernando de Soto: El Misterio del Capital. Si bien es cierto que la misma “receta” no necesariamente se puede aplicar siempre y para todos los países, ya que no todos presentan la misma estructura, es por esto que el autor busca volver a centrarse en la exploración de la fuente del capital, así como también explicar cómo corregir los errores económicos que han tenido los países con bajos ingresos.

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En el libro, se observa la manera en que los países en vías de desarrollo y los que salen del comunismo pueden generar capital a través de un eficiente sistema de propiedad legal que les permita salir de la pobreza mediante la transformación de activos y trabajo para que toda la población tenga acceso a un desarrollo sustentable (Caso: países occidentales).

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Asimismo, el autor indica que la riqueza de las naciones depende de la capacidad de sus gobiernos para poder crear sistemas legales que, en simultaneo, reflejen y articulen de manera adecuada el contrato social de sus pueblos.

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De manera más general, el libro se divide en siete capítulos. En el primero, “cinco misterios del capital”, se hace un recuento de las condiciones necesarias para que el capitalismo sea exitoso. En el capítulo “El misterio de la información ausente”, se analiza cómo la falta de información confiable sobre los activos que poseen los países de bajos ingresos puede llevar a deficientes sistemas de propiedad (Casos. Perú y México). En el tercer capítulo, “El misterio del capital”, se analiza el concepto de capital al que el autor considera el potencial de los activos para impulsar una nueva producción (Caso: Occidente, donde la propiedad de los activos está claramente definida y contribuye a su rápida transformación en capital).

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En el cuarto capítulo, se aborda “El misterio de la consciencia política”, que refiere al problema real que se tiene para los países en desarrollo que es la falta de un sistema de derechos de propiedad bien definido que este apoyado en un consenso que integre a todos los actores sociales para así eliminar la extralegalidad de los activos. En el siguiente capítulo, “Las lecciones no aprendidas de la historia de EE. UU”, se explora la historia de este país para poder ejemplificar la manera en que ellos pudieron integrar sus activos extralegales a un único sistema de propiedad legal. En el sexto capítulo, “El misterio del fracaso legal: por qué la ley de la propiedad no funciona fuera de occidente”, se observa que para el autor el problema radica en que la mayor parte de la población no puede ingresar al sistema de propiedad formal.

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Finalmente, en el último capítulo, “a manera de conclusión”, se explica que la verdadera razón de la crisis del capitalismo en los países en vía de desarrollo (No avanzados) se debe a que los países en desarrollo no han podido globalizar el capital en sus territorios (contar con un adecuado sistema de derechos de propiedad), y no por un fracaso de la globalización internacional.

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Sinceramente con esta obra considero que Hernando de Soto hace aportes a la solución de la pobreza en los países, como el nuestro, en vías de desarrollo. Asimismo, a diferencia de otra perspectiva de “desregulaciones a lo loco”, contempla que el Estado tiene el rol de establecer la constitución de un sistema de propiedad formal, ya que esto será la alternativa que pueda conducir a los países hacia mejores niveles de vida y de bienestar social.