EL JARDÍN SECRETO
El libro comienza introduciendo a Mary Lennox, una niña británica de un alto nivel socioeconómico que vive en la India debido al trabajo de su padre y a su entorno. Un día Mary, al despertar, se siente sola debido a que no encuentra a absolutamente a nadie en su casa. ¿Qué había pasado? Pues, la epidemia del cólera que azotaba en la India había acabado con la vida de los padres de Mary y de todos los criados de la casa, dejándola huérfana. Al comienzo ella es enviada a un albergue junto con otros niños cuyos padres también han fallecido a causa de esta enfermedad; sin embargo, no se acostumbra al estilo de vida que se llevaba en el albergue por lo que, con ayuda de su tía, la señora Medlock, emigra al Reino Unido.
Una vez llegada a una lujosa mansión de Yorkshire, Mary conoce a su tío Archibald Craven, esposo de su difunta tía, con quien vive sumida en un ambiente irrespirable debido a sus constantes travesuras en la mansión. Para tratar de distraerse, Mary sale a investigar por fuera de la mansión encontrándose con un sombrío y nebuloso ambiente, el cual la entristece demasiado y la incita a encerrarse en la mansión y ya no volver a salir. De repente, escucha un aullido de ayuda proveniente de una zona de difícil acceso e imposible de visualizar por la neblina. Se trataba de un perro que se había roto una pata a causa de una trampa furtiva en el jardín. En su curiosidad, Mary se acerca y ayuda al perro a escapar de la trampa. El can, en forma de gratitud, le enseña su hogar que tenía un semblante totalmente opuesto a lo que había visualizado al salir de la mansión, en el había un jardín lleno de áreas verdes, fértiles con diversos tipos de flores y un lago con aguas cristalinas. Mary trató de curarle la herida al perro en el lago y, como por arte de magia, este se curó inmediatamente quedando totalmente ileso. Al llegar a la mansión, ella trató de buscar al señor Craven para comentarle acerca del recóndito escondite de su jardín; sin embargo, durante esta búsqueda descubrirá muchos secretos relacionados con la mansión, el jardín y la verdadera razón de la muerte de su tía.
En el momento en el que Mary se muda a la mansión de Yorkshire es advertida por la señora Medlock que no puede husmear en los diferentes ambientes que tiene la mansión debido a que esto incomoda al señor Craven. No obstante, ella al tratar de buscarlo para comentarle su reciente descubrimiento, se pierde en los alrededores de la mansión. Al llegar la noche, escucha sollozos fuertes provenientes de una habitación oculta en el fondo del pasadizo del último piso de la mansión, a pesar del gran temor que sentía decide averiguar qué pasaba. Al entrar a la habitación se encuentra con un niño moribundo y molesto: era Colin Craven, el hijo del señor Craven, quien padecía de una enfermedad terminal y estaba postrado en una cama esperando fallecer para así poder “descansar eternamente”. Al comienzo fue muy descortés con Mary, pero con el paso del tiempo se volvieron mucho más cercanos e incluso dialogaron acerca de su vínculo familiar, pues resultaban ser primos. Mary solía visitarlo constantemente para ver cómo se encontraba de salud. A veces trataba de convencerlo de salir a pasear juntos fuera de la mansión, pero Colin se negaba dado que se consideraba incapaz de poder usar sus piernas; incluso teniendo una silla de ruedas, se negaba de manera tajante a salir al jardín.
Con el paso del tiempo, Mary solía visitarlo incluso en las mañanas ya que se le había hecho costumbre verlo a diario; sin embargo, el señor Craven se enteró de las constantes visitas de Mary a su hijo enfermo. Esto lo enfureció demasiado y decidió enviarla a una escuela lejos de la mansión para que le enseñen buenos modales a la niña, tratando de alejarla para siempre de Colin debido a que la consideraba como una mala influencia. La decisión estaba tomada.
La noche antes de irse a la escuela lejana, Mary se puso a ordenar su cuarto y encontró un cofre con algunas cartas que, sorpresivamente, eran las que se enviaban su madre y su tía. En estas cartas la madre de Mary mencionaba lo mucho que amaba a su hija y su tía mencionaba, recíprocamente, lo orgullosa que estaba de la alegría que irradiaba Colin. Mary y Colin siempre tuvieron un resentimiento hacia sus respectivas madres ya que consideraban, en sus mentes de niños, que al fallecer sus madres los habían abandonado y no tuvieron quien les mostrase ese cariño al que ellos tanto estaban acostumbrados. Además, Mary encontró unas cartas de su tía hacia su madre donde le mencionaba lo especial que era el jardín que tenía en la parte posterior del patio de su casa, por lo que para Mary empezó a tener sentido lo que había experimentado junto con el perro. Finalmente, encuentra cartas de su madre, quien realmente había fallecido debido a la tristeza generada por la muerte de su hermana, maldiciendo dicho jardín, debido a que había fallecido investigando los misterios de este. Pero, ¿Qué tenía de malo este jardín?, esta era la pregunta que Mary no se podía sacar de la cabeza.
Después de haber leído esto, Mary decide hacer una última travesura antes de irse de la casa. Por la noche va a buscar a Colin y lo convence de subirse a su silla de ruedas. Lo lleva hasta el jardín; en el trayecto le cuenta todo lo que leyó en las cartas y la verdadera razón de la muerte de su madre, por lo que Colin decide ya no querer saber más acerca del tema y quiere volver a la mansión. Mientras tanto, en la mansión, el señor Craven se percata que fue un poco descortés con Mary y decide buscarla para disculparse. Se da cuenta de que Mary no se encuentra en su habitación, pero encuentra las cartas tiradas por todo el piso. Mary se había enterado de toda la verdad! Afligido por lo sucedido, se pone a tomar tratando de quemar las cartas, dado que le hacen recordar mucho a su esposa a quien extraña mucho. Mary hace caso omiso a las peticiones de Colin de volver y le enseña el hermoso jardín que ella descubrió y lo lleva en dirección al lago el cual ella lo considera mágico.
Una vez en el lago, le comenta lo sucedido con el perro, por lo que convence a Colin de meterse al lago para curar todos los males que aquejaba. Al comienzo Colin no confiaba, pero finalmente terminó por hacerle caso a Mary y se metió al lago. De pronto ambos visualizan humo proveniente de la casa: la mansión se estaba incendiando. Mary corre a ver qué es lo que sucede y encuentra al señor Craven ebrio tratando de buscar a Colin para escapar de la casa. Mary le dice que Colin está con ella en el jardín, que descubrió el jardín secreto y que lo está curando de sus males. El señor Craven le cree, pero decide quedarse a morir en la casa en la que tantos años vivió con su esposa. Mary le insiste en salir, pero él no le hace caso, hasta que visualiza una sombra entre todo el humo: era el ánima de su esposa Lilias pidiéndole que salga de la casa y que construya un nuevo hogar junto con Mary y Colin. Esto conmueve al señor Craven y, finalmente, logran salir de la casa. El libro culmina con el señor Craven en busca de Colin, a quien lo encuentra en el lago milagroso. Colin se para, camina y se dirige a su papá por la magia del lago. El señor Craven construye una nueva casa en la que habitan él, su hijo y Mary, y todos llevan una buena relación en la mansión, en honor a su querida esposa Lilias Craven.
Por ello, considero a “El Jardín Secreto” como uno de esos libros importantes en la literatura infantil dado que te sumerge en una montaña rusa de emociones debido a la oscilación de la trama que se presenta a lo largo del libro. Este se enfoca mucho como es la vida de los personajes sin sus seres más amados y la importancia de estos en la vida de cada uno. Si bien el libro, en ciertos tramos, te hace odiar ciertas actitudes de los personajes, conforme te vas adentrando más te hace comprender el porqué de dichas actitudes. Esta es una característica común en los libros infantiles de Frances Hodgson, que si bien muestra que, en todo tipo de familias existen ciertos altercados, siempre va a prevalecer la unión y el amor que esta te da.